Columna de opinión de: Luis Nilo
Director Oficina Propiedad Intelectual Facultad de Ingeniería y Ciencias U. Adolfo Ibáñez
Cada año el 26 de abril se celebra el Día de la Propiedad Intelectual. Esta fecha conmemora las acciones relevantes en invenciones tecnológicas, patentes, marcas y derechos de autor para destacar y llamar la atención sobre la importancia y contribución de estos desarrollos al crecimiento económico de los países.
Este año, en particular, el llamado es a celebrar a las mujeres que han aportado en las diferentes áreas del saber a los desarrollos tecnológicos a partir de sus invenciones.
Uno de los principales desarrollos y avances científicos del último tiempo es el conocimiento de la genómica, tanto en humanos como en múltiples especies. Ello ha permitido mejoras significativas en el campo de la genética, así como en las terapias para combatir diversas enfermedades, mejorando la calidad de vida de las personas.
Una de las investigadoras que permitió el reconocimiento de Watson y Crick como los padres de la doble hélice del DNA fue una mujer, de la cual poco se conoce, pero que fue clave por sus estudios y trabajos científicos en esta área. Se trata de Rosalind Franklin quien trabajó en cristalografías de rayos X. Precisamente las imágenes que obtuvo permitieron que Watson y Crick pudieran interpretar la estructura del DNA que hoy ha hecho posible notables desarrollos en este campo de investigación. A raíz de la radiación de los experimentos que realizó esta investigadora padeció un cáncer de ovarios que le quitó tempranamente la vida, a los 37 años. Por desgracia, su trabajo no fue reconocido con un Nobel, ya que este galardón no se otorga post mortem, y sólo fueron reconocidos Watson, Crick y Wilkins.
¿Qué sería de los desarrollos en genómica y la amplia industria existente en este campo de la medicina sin los desarrollos de Rosalind Franklin? ¿Tendríamos los desarrollos actuales sin los resultados de esta mujer?
En Chile, todavía se requieren avances para lograr potenciar el rol de las mujeres en la innovación y en la transferencia de tecnologías. Aun así, en esta área destaca el trabajo de algunas mujeres que ha llevado a que en pocos años se generen importantes resultados. Destaca, por ejemplo, el trabajo de Marcela Angulo, Gerente de Capacidades Tecnológicas de CORFO, que ha permitido alinear las expectativas del país consolidando el trabajo de las universidades y centros de investigación. Así también la labor desarrollada por las oficinas de transferencia y licenciamiento dentro de las cuales destacan directoras como Alejandra Portillo, de la Universidad de Antofagasta, y Sandra Araya de la Universidad de Concepción, por mencionar algunas. Todas ellas han contribuido con su grano de arena al ecosistema de propiedad intelectual y transferencia de tecnologías. En este transitar, sin duda, ha sido clave el programa de Consolidación de las Oficinas de Transferencia Tecnológica en Chile de Corfo, así como los Hubs de Transferencia Tecnológica ha sido fundamental.
En el Día de la Propiedad Intelectual, queremos reconocer a todas aquellas mujeres que con su trabajo han permitido que la sociedad avance en conocimiento. Conocimiento que luego es posible transferir a la sociedad para generar e impactar en el crecimiento de los países a partir de los desarrollos tecnológicos.
Fuente: La Tercera.