Empresarios del rubro agro-alimentario de Los Ángeles, Quilaco y Quillón serán beneficiados con recursos del proyecto FIC “Vincula Pyme” adjudicado por la UdeC y ejecutado por la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL UdeC), para implementar acciones que les permitan innovar y mejorar su competitividad en el mercado.
En el campus Los Ángeles de la Universidad de Concepción se reunieron representantes de 14 pequeñas y medianas empresas, quienes fueron convocados por el Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial (CDTA UdeC) para participar como beneficiarios del proyecto “Vincula Pyme”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) y ejecutado por la OTL UdeC. El objetivo de esta iniciativa es acompañar a estos emprendimientos en diferentes acciones tecnológicas, productivas y de trazabilidad, de manera de aumentar el impacto de sus productos, cumplir con normas propias del sector agroindustrial y potenciar sus negocios.
En la reunión, a la que también asistieron representantes del Centro de Desarrollo de Negocios de Los Ángeles, se presentó a los empresarios la forma de trabajo en el marco del proyecto y una breve inducción para que evalúen su participación en otras líneas de fomento a la innovación, que les permitan acceder a fondos para financiar investigaciones que les ayuden crear o mejorar sus productos. Esta charla estuvo a cargo de Claudia Ortiz, gestor tecnológico de la OTL UdeC.
Claudia Carrasco, Coordinadora Unidad de Gestión del CDTA explicó que el trabajo en conjunto con la OTL UdeC ha permitido apoyar a los emprendedores no solo en la preparación de los proyectos, sino también en la gestión administrativa y rendición de los mismos, permitiendo aprovechar fondos que financian acciones de servicio tecnológico, asesorías y orientación a pymes del sector agro-industrial. “Hemos tenido muy buenos resultados con algunos empresarios. Hoy reunimos a empresas de Los Ángeles, Quilaco y Quillón, quienes tienen necesidades variadas, que van desde análisis de laboratorio para mejorar el etiquetado de sus productos, hasta la implementación de nuevas tecnologías que les sirvan para reutilizar materias primas, reduciendo sus costos de producción”, indicó Claudia Carrasco.
Conocimiento que abre oportunidades
Uno de los emprendimientos beneficiados es el de Theo Superby, de la empresa SuperAvit. Se trata del tratamiento para el residuo industrial líquido (ril) producido por su quesería, un suero que es altamente contaminante y que, en otros casos, es aprovechado solo como alimento para planteles de cerdos o arrojado al terreno para intentar minimizar sus efectos. “Nosotros, junto al ingeniero Víctor Guzmán Fierro, de la Universidad de Concepción, logramos extraer del ril gas metano gracias al uso de un biodigestor. Este gas vuelve a ingresar a la planta como combustible, lo que nos ahorra costos, y hemos obtenido además un subproducto, que es un fertilizante orgánico. Nuestro proyecto busca ahora facilitar la aplicación de este fertilizante, de forma que pueda ser infiltrado al terreno a través de las redes de riego, sin tapar los regadores, lo que a su vez ayudaría a quienes tienen cultivos orgánicos”, explicó Superby. Para él, trabajar junto a los investigadores de la Universidad ha abierto muchas oportunidades. “Es fantástico, porque ofrece todo el apoyo técnico que necesitan los pequeños empresarios. Esa base científica, que se la traspasen a los emprendedores, es vital”, concluyó.
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