Alimento concentrado para animales rumiantes

Según el CENSO Agropecuario 2017, en Chile había 970.216 cabezas de bovino en lecherías, de las cuales 532.640 eran ganado para ordeña. Este generó una producción de 2.115 millones de litros de leche. Para su alimentación, en Chile se utilizan granos de cereales, enteros o subproductos como afrechos de trigo, maíz chancado, triticale, avena chancada y/o de molinería, y melaza de remolacha, los que tienden a acidificar el medio rumial. Una dieta adecuada para un rumiante corresponde a un alimento de degradación lenta y que no genere acidificación del medio rumial.

Se trata de un alimento concentrado, energético, rico en carbohidratos, con una degradabilidad más lenta que la de otros alimentos utilizados tradicionalmente. Permite una menor disminución del pH del medio ruminal comparado con la inclusión de melaza de remolacha, lo que evita la acidosis ruminal. Debido a su alta degradabilidad total y menor velocidad de degradación, permite un mayor aprovechamiento de la proteína degradable en el rumen, lo que posibilita un mayor desarrollo de la población microbiana supliendo así el aumento de los requerimientos de proteína metabolizable en la lactancia. Esto tiende a aumentar la proteína de la leche y con ello la eficiencia del uso de ésta, lo que se traduce en la disminución de la eliminación de nitrógeno al medioambiente.

• Aumenta la producción de leche en 3%
• Aumenta el contenido proteico de la leche en 2%, sin elevar el contenido de grasa
• Reduce la probabilidad de aparición de enfermedades por acidificación del medio rumial
• No modifica parámetros como glucosa, insulina, ß-hidroxibutirato y urea sanguínea