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  • Por tercer año, los Premios Ciencia Con Impacto de OTL UdeC destacaron en una de sus categorías a equipos de investigación que transfieren conocimiento desde disciplinas como las ciencias jurídicas, la educación y las humanidades

Un modelo para aplicar las neurociencias en la sala de clases, una evaluación para determinar el nivel de comprensión lectora y un protocolo de actuación judicial que incluye enfoque de género y diversidad sexual fueron los tres proyectos destacados en la V versión de los Premios Ciencia Con Impacto, en la categoría Ciencias Sociales y Humanidades, organizados por la Oficina de Transferencia y Licenciamiento y la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción.

La mención especial busca destacar proyectos que generan nuevo conocimiento, de la mano de resultados de investigación y que son transferidos a la sociedad, aunque no siempre son productos tecnológicos ni cuentan con una patente de invención para su protección. “Lo primero es felicitar la iniciativa de la Universidad de Concepción de incorporar, dentro de una premiación sobre ciencia e impacto, también a las Ciencias Sociales y las Humanidades”, destacó la Dra. Ximena Gauché Marchetti, académica la Facultad de Ciencias Jurídicas, quien dirige el galardonado proyecto Protocolo de actuación para la atención en justicia con enfoque de género y diversidad sexual.

La investigadora resaltó que, en su equipo, están comprometidas diversas voluntades: “Hemos procurado incluir de forma regular a estudiantes y tesistas como contribución a la formación de capacidades en nuestra Universidad, siempre con un sello interdisciplinario”, enfatizó. El proyecto seleccionado nació en 2017, cuando adjudicaron recursos de Fondef. “Es muy inusual en el área de las Ciencias Sociales, y más inusuales aún en el área del Derecho”, reflexionó la Dra. Gauché, y agregó que el objetivo de esta iniciativa era “generar, en conjunto con la Corte Suprema, un protocolo de actuación para la atención en Justicia con enfoque de Género y Diversidad”.

Comenzaron a trabajar con la colaboración de la Secretaría Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación, organismo de la Corte Suprema creada en 2017 para desarrollar estas acciones y poner el tema de la perspectiva de género en el trabajo del Poder Judicial.

Transfiriendo competencias a la educación

El conocimiento que nace en la UdeC también ha sido transferido con éxito a distintas áreas de la educación. Un ejemplo es el proyecto Neurociencias aplicadas al aula, liderado por la Dra. Mabel Urrutia Martínez, académica del Departamento de Curriculum e Instrucción de la Facultad de Educación.

La investigadora explicó que los conocimientos de neurociencia han permitido entender cómo la motivación y las metodologías participativas son fundamentales en el aprendizaje. En su acercamiento al aula, la Dra. Urrutia ha podido conocer las dificultades de aprendizaje de los estudiantes a través de los docentes, generando así un modelo neurocientífico de planificación de clase que ha demostrado ser exitoso en su aplicación. “Se trata de un modelo que se implementa con evidencia empírica de la neurociencia, por lo tanto, es un trabajo laborioso, dado que es necesario primero implementar el modelo, lograr transferirlo a una población que no es académica. Este modelo va a tener una repercusión luego en los estudiantes no solamente en las prácticas de los docentes, sino que en los usuarios finales, estudiantes de educación parvularia, básica, media e, incluso, algunos profesores que pertenecían al área universitaria”, detalló.

El proyecto busca un impacto social, al influir en los aprendizajes de los estudiantes. “Eso tiene un valor que a veces no es tan fácil cuantificar y por eso, a veces, cuesta más en las Ciencias Sociales ganarse un premio de esta índole, porque requiere de variables sociales difíciles de controlar, a diferencia de lo que ocurre cuando tenemos que probar un prototipo  o un producto tecnológico”, apuntó la docente, quien agregó: “Éste es un buen reconocimiento a la Educación, que muchas veces se considera como pariente pobre de la ciencia, siendo que es uno de los temas centrales entre los ejes de estratégico de la ONU, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo que tiene que ver con garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

La experta señaló que, en 2015, comenzó un electivo en educación emocional, destacando su importancia en el aprendizaje. Los estudios dirigidos por la Dra. Urrutia tienen una importante componente interdisciplinaria: “Lidero un proyecto Fondequip, con una metodología de encefalografía que incluye aspectos neurales. Es una técnica médica que se aplica para la investigación, entonces implica también algo de biología, física y, en ese sentido, he formado en la Universidad un equipo interdisciplinario, con investigadores especializados de Ingeniería como Pamela Guevara y Esteban Pino, de Lingüística como Paola Alarcón, de Psicología como Cristian Oyanedel”. Este proyecto obtuvo buenos resultados que, aunque son preliminares, ya permiten observar el cerebro en conjunto con otros sujetos, es decir “qué está pasando en la sala de clases en el cerebro de los estudiantes”, enfatizó.

Finalmente, el tercer proyecto reconocido es Lectum, prueba normada y validada para evaluar la comprensión lectora en el sistema escolar, liderado por el Dr. Bernardo Riffo Ocares, Departamento de Español de la Facultad de Humanidades y Arte UdeC.

Lectum es una prueba construida para evaluar la competencia lectora en todo el sistema escolar chileno, desde las habilidades de pre-lectura (Kínder) hasta el 4º año de enseñanza media. El rasgo más relevante de este instrumento es que se construyó sobre la base de un modelo para la evaluación de la comprensión. Lectum está siendo utilizada por profesores del sistema escolar para diagnosticar y medir los avances en comprensión lectora de sus alumnos/as, siendo al mismo tiempo un recurso valioso para la investigación.

El Dr. Riffo subrayó que avanzan hacia el desarrollo de un software para análisis de texto y otros recursos. “Una vez identificados los nudos críticos del proceso, buscamos desarrollar productos que ayuden a la labor de los profesores. Para este tipo de desarrollos no basta el trabajo de la propia disciplina, hay que cruzar los límites de la comunidad específica y relacionarse con profesionales de otras áreas para, en conjunto, construir el producto. Nosotros necesitamos comprender cómo la informática puede implementar esto y, a su vez, los colegas de informática tienen que saber qué es lo que queremos lograr. En ese entendimiento mutuo es donde surgen estos productos. Sin ese necesario diálogo e integración multidisciplinaria e interdisciplinaria no es posible llegar a buen puerto”, afirmó. “Agradezco la oportunidad de haber participado en este concurso y lo hago porque me parece muy relevante que se pueda apreciar el trabajo que se hace en Ciencias Sociales y Humanidades”, indicó el especialista. “Me parece muy importante que se abra ese espacio, puesto que existe una especie de estereotipo de la ciencia, muy asociado a las ciencias naturales: nos imaginamos a alguien en un laboratorio con artefactos, con delantal blanco, haciendo algún experimento con sustancias. La actividad científica es mucho más que eso, es muy diversa, y en ese contexto, me parece muy interesante que la Universidad tenga esta perspectiva e incluya lo que se hace en otras áreas del conocimiento”.

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