Gracias al trabajo colaborativo, la innovación desarrollada en la Facultad de Agronomía (Campus Chillán) será aplicada en México, para la protección de frutales. La proyección del negocio apunta a que las ventas en el mercado azteca podrían alcanzar al menos los US$ 5 millones en un periodo de tres años.
El “golpe de sol” en la fruta, debido al exceso de radiación solar y altas temperaturas, causa importantes pérdidas económicas a la industria frutícola. Este problema fue observado por el Dr. Richard Bastías, investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, quien en 2016 solicitó la patente para una innovadora herramienta, nacida con el objetivo de proteger la fruta frente a los efectos provocados por el sol y los efectos del cambio climático.
La tecnología consiste en la instalación de mallas de foto selectividad combinada que otorgan mayor efectividad en el control de daño en frutas ocasionado por el sol. El sistema funciona a través de un modelo matemático que permite determinar el color y tramado de la malla que se utiliza, con lo que se logra regular los niveles de radiación solar, sombra y ventilación requeridas para la óptima protección y crecimiento de los frutos y árboles, conforme a las condiciones climáticas correspondientes al sector donde es implementada. ¿El resultado? Frutos con menor daño por concepto de “golpe de calor”; que conservan su color y mantienen sus características de firmeza, con lo que se evitan millonarias pérdidas por factores climáticos y se obtienen productos de un mayor valor comercial.
La semana pasada, tras años de desarrollo y negociación, se concretó la firma de un acuerdo que permitirá la transferencia de esta tecnología a la empresa internacional que presta servicios de apoyo para la producción agrícola, con lo que la firma mexicana podrá probar esta innovación durante el primer año en más de 200 hectáreas de berries ubicadas en campos del estado de Michoacán, en México, para posteriormente expandirse a Jalisco e incluso instalar las mallas en otros frutos.
La transferencia de esta tecnología se llevó a cabo gracias a la gestión de Andes Pacific Technology Access (APTA) -asociación que promueve la innovación de universidades chilenas en mercados internacionales- y la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la UdeC. El negocio generado a través de una sublicencia otorgada por la empresa Delsantek -fabricante de las mallas en base al método patentado por la casa de estudios- permitiría alcanzar los US$5 millones en ventas durante los próximos 3 años, lo que implica un importante logro del impacto generado por la I+D realizada en Chile.
Desarrollo “made in Chile”
La invención fue un desarrollo liderado por el Dr. Richard Bastías, patentado y posteriormente transferido a la empresa chilena Delsantek gracias a un proyecto conjunto con la Fundación para el Desarrollo Frutícola y empresas exportadoras y productoras de manzanas (frutas en la que se probó y partió dando uso a este sistema), apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
“Gracias a la gestión de APTA logramos acceder a redes de contacto con mayor alcance que el exclusivamente local, para dar a conocer esta tecnología que se encuentra licenciada a una empresa nacional. De esta manera, surgió la oportunidad de llegar con este producto al mercado mexicano y, de esta manera, entre la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la UdeC y APTA fuimos capaces de articular a la licenciataria en Chile con la sublicenciataria en México, para finalmente concretar este importante hito”, explica Sandra Araya, directora ejecutiva de la OTL de la Universidad de Concepción.
“Este es un hito para la transferencia de tecnología, dado que es una muestra del trabajo colaborativo entre una casa de estudios como la Universidad de Concepción y una institución como APTA; que finalmente permite exportar tecnología desarrollada en Chile, demostrando que en nuestro país se crean innovaciones con alto valor para distintos mercados mundiales”, indicó Varinka Farren, directora ejecutiva de Andes Pacific Technology Access.
Modelo asociativo
En tanto, para Claudio Maggi, director de Desarrollo e Innovación de la Universidad de Concepción, señaló la importancia de esta configuración, en donde se unen las capacidades on-campus (gestiones realizadas en la casa de estudios) y la comercialización off-campus (trabajo de los Hubs de Transferencia Tecnológica como APTA). “En la medida en que tengamos éxito en la comercialización de esta innovación, creo que va a ser una gran señal para toda la comunidad universitaria de que este modelo entrega resultados que de otra manera no podríamos alcanzar”.
Según explica Maggi, este logro es de gran relevancia, dado el foco de la Universidad por potenciar los éxitos en términos de valorización de los activos tecnológicos generados. “Para ello creemos importante realizar la comercialización de esas tecnologías hacia el exterior, y sobre todo en nichos que pueden significar una expansión mucho mayor. Para eso necesitamos la musculatura que APTA nos brinda, ya que internamente no tendríamos esa capacidad”, destaca el profesional.
El negocio se concretó en una ceremonia que se llevó a cabo en la ciudad de Zamora, en el estado de Michoacán, México. En ésta, que fue acompañada por el notario José Godínez, participaron Varinka Farren, directora ejecutiva de APTA; Francisco Santibáñez, asesor estratégico; el Dr. Richard Bastías, investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción y Sandra Araya, directora ejecutiva de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la misma casa de estudios. De la empresa mexicana, en tanto, estuvieron presentes Patricio Cortés, gerente general; Patricio González, gerente de administración y finanzas; Roberto Armijo, gerente de operaciones y Alejandra Pérez. Asimismo, se hicieron parte Francisco del Sante y Sergio del Sante; gerente general y director comercial de Delsantek S.A, respectivamente.